El entorno, Valdecaballeros
La Casa Rural Hoja el Valle se sitúa en un entorno único de una belleza increíble.
Situada en Valdecaballeros, se puede disfrutar al máximo de su entorno, gracias a espacio verdes únicos y un ecosistema muy variado por la cercanía al pantano y la Sierra.

Conoce más sobre Valdecaballeros
Al oeste de Castilblanco, contigua a la Sierra de la Chimenea, encontramos la localidad de Valdecaballeros, a la cual se accede a través de una carretera que cruza el embalse de García de Sola. Situada a 401 metros de altitud, en la orilla izquierda del Guadiana, su paisaje destaca por grandes encinares y montes bajos idóneos para la actividad cinegética. Se barajaron durante un tiempo alternativas para Valdecaballeros como la construcción de un Centro de Estudios de la Naturaleza allí donde antaño se instalara una central nuclear, instalación que fue clausurada debido a las protestas contra la misma y que ahora goza de un aspecto cuánto menos fantasmal.
Valdecaballeros destaca por su arquitectura popular, de casas rústicas de planta baja, por lo general, dispersas por sus calles hasta llegar a la Plaza Mayor. En dicha plaza encontramos el edificio con forma de torre denominado “El Reloj”. Posee también esta localidad un templo de estilo mudéjar del S. XV, la llamada Iglesia de San Miguel Arcángel, en cuya portada encontramos inscripciones romanas que hacen alusión a los emperadores Vespasiano y Domiciano, de granito y bien conservadas. Otro aspecto a destacar es el pórtico con triple arco de la entrada. El interior del santuario está constituido por tres naves separadas entre sí por pilares. Hay allí un retablo y un coro de madera, mismo material que el utilizado para la cubierta. La techumbre está formada por bóveda de cañón y contrafuertes semicirculares rodeando la cabecera del templo.
Hay también en sus alrededores uno de los centros termales más destacados de Extremadura: el Balneario de Valdefernando, rehabilitado en tiempos recientes. Próxima a él, nos encontramos la Ermita de Baños, construida tras la guerra civil para la veneración de la Virgen de Fátima y San Isidro. Presenta en su fachada un escudo conformado por jarrón y flores, emblema de las Reales Dehesas de Guadalupe.
No ya templos, sino ruinas, nos encontramos en el pequeño cerro denominado “La Isla” o “Cerro de la Barca”, en el cual podemos encontrar significativos vestigios del pasado a través de la presencia allí de castros prerromanos, dólmenes y restos de una fortificación amurallada. Se desprende en estos parajes un aroma a magia, a vestigios celtas, máxime teniendo en cuenta la presencia allí de ejemplares de acebuche, árbol venerado por la tradición céltica.
Gastronómicamente, destaca en Valdecaballeros la presencia del muy extendido Escarapuche, aquí en su variante “de conejo”, siendo este plato, el “Escarapuche de Conejo” el más representativo de la localidad. Complementan el menú de Valdecaballeros otras elaboraciones culinarias como el ajoblanco, las migas, las gachas, la caldereta de cordero, la sopa de tomate o la sopa de cachuelas, por citar solo algunas. Ya en el ámbito de los dulces encontramos rosquillas, candelillas, flores, empanadas y magdalenas de huevo, especialidad que goza de notorio éxito en esta localidad.
Fuente: Turismo La Siberia